Como podemos mejorar el sistema linfático y sanguíneo con pilates alternando la maderoterapia
Desde hace mas de cien años el pilates es uno de los ejercicios que desde entonces está mas de moda, siendo en estos últimos años más demandado por la gente joven y no tan joven.
Para llegar a conocer de que se trata este tipo de entrenamiento simplemente se mezcla el ejercicio físico y mental para llegar a buscar el equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente, con esto lo que se consigue es moldear tu cuerpo, ganar elasticidad, mantener equilibrio, ayuda a la concentración y libera tensiones.
Por ello aparte de los masajes en la maderoterapia, incluir pilates, es de lo más acertado ya que en todo momento ayuda a la mala circulación y a una correcta circulación sanguínea.
La mala circulación sanguínea es un problema que afecta a gran parte de la población, por lo que los motivos de estos son variados, pero siempre es una dolencia que debemos intentar evitar y tratar debido a las graves consecuencias que puede llegar a tener, por ejemplo, hipertensión, diabetes, ictus…
La correcta circulación sanguínea y linfática en las piernas es importante para la buena actividad muscular, mantenimiento de la piel sana, y la eliminación de las grasas, entre otras ellas.
«El sistema linfático fluye mientras la maderoterapia revitaliza.»
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¿Cuáles son los beneficios de practicar pilates?
Una vez que sepamos como podemos llegar a mejorar el sistema linfático y sanguíneo deberíamos saber cuales son sus beneficios ya que son muchos.
Conseguiremos un abdomen que al realizar estas rutinas de ejercicio el gasto calórico es elevado, siempre y cuando se lleve una buena dieta u otro tipo de ejercicio cardiovascular que esta siempre ayudara a eliminar la grasa que tan poco nos gusta tener.
Tonificaremos el cuerpo, la practica de pilates ayuda a mejorar el tono muscular sin aumentarlo, esto quiere decir que nos pondremos en forma y fortaleceremos la masa muscular estilizando la figura.
Mejoraremos nuestra concentración ayudando a relajar el cuerpo, por ejemplo, haciendo ejercicios de respiración que estos permiten ayudar a reducir el estrés y aliviar la tensión muscular, después de un duro día de trabajo.
Ganaremos mas flexibilidad, mejorando así la coordinación y el equilibrio, este es muy importante ya que nos ayudaría a corregir y mejorar nuestra postura corporal, para no tener lesiones futuras, y tensión muscular.
Hay ejercicios de pilates que son los más utilizados para conseguir todo lo dicho anteriormente como por ejemplo hacer el puente.
El puente para poder hacerlo se debe de colocar boca arriba con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies bien pegadas sobre el suelo, colocando así los brazos bien estirados a lo largo del cuerpo, al mismo tiempo debemos presionar el ombligo hacia dentro sujetándonos con las manos, presionando el suelo. Inhalamos y contraemos glúteos, comenzamos a levantarlos poco a poco, continuamos levantando la columna muy despacio, sintiendo como cada vertebra se va separando del suelo una tras otra de abajo hacia arriba, continuamos hasta que podamos sentir como el peso de nuestro cuerpo se distribuye entre los omoplatos y los pies, formando así una línea recta entre las rodillas, caderas y hombros. Llegados a este punto debemos expirar muy lentamente y luego poco a poco comenzaremos a bajar la espalda colocándola nuevamente sobre la colchoneta hasta que terminemos en la posición inicial.
Este es uno de los ejemplos mas usados en pilates, pero aparte para tener una combinación perfecta, podríamos mejorar la circulación sanguínea con un masaje circulatorio, esta técnica tiene el objetivo de activar el riego sanguíneo y linfático favoreciendo el intercambio celular, ayudando la eliminación de toxinas ya que se consigue que estas alcancen los órganos y ganglios encargados de suprimirlas.
Este masaje circulatorio esta indicado para todo tipo de personas, lo único que será diferente es el masaje, dependiendo para que lo queramos utilizar, ya que se puede tratar el sistema venoso, arterial y linfático.
Para la circulación linfática este es encargado de purificar nuestro organismo, con el masaje se movilizan los liquidos retenidos para su posterior flitrado y eliminación. El drenaje linfatico como terapia tiene raíces desde el 460 a.C, Hipócrates descubrió unos conductos que llevaban sangre blanca, pero no ha sido hasta hace poco tiempo cuando el matrimonio Vodder desarrolló un masaje que se realizaba sobre los ganglios linfáticos, para asi poder tratar los problemas pulmonares crónicos. Por ello una técnica que se realiza manualmente con movimientos muy suaves, lentos y repetitivos que estos deben ser realizados en la dirección correcta, siguiendo la misma corriente de los conductos linfáticos. Y esto es genial ya que no solo con eso, ayuda a reforzar el sistema inmunológico.
Una vez visto la circulación linfática, diremos que el masaje de la circulación venosa debe hacerse en la misma dirección en la que la sangre se dirige a las venas, en dirección al corazón, esto lo que hará es acelerar el flujo venoso favoreciendo el retorno sanguíneo al corazón y mejorara la circulación de retorno que ayuda directamente a la salida de catabolitos de la zona y conseguiremos un aumento de recuperación de musculatura fatigada. El sistema linfático es una red para una salud equilibrada.
La circulación arterial provoca un estimulo en el flujo sanguíneo arterial y una aceleración de la circulación, produciendo a su vez un rubor en la zona, este rubor se va a producir por vasodilatación de los vasos periféricos, aumentando el oxigeno y sustancias nutritivas, que esto provocaría una mejora del estado trófico de la piel y tejidos subyacentes.
